#1 Opciones

Cuando busque un terapeuta de EMDR, pregúntele qué opciones de EMDR tiene. Utilizando una barra de luces, escuchando el audio, etc. Si su terapeuta de EMDR sólo ofrece una forma de EMDR y ese tipo no funciona para usted, entonces está atascado. Asegurarse de que el terapeuta tiene un par de opciones disponibles puede ayudar en caso de que tengas problemas con su primera opción de EMDR.

#2 Nivel de confort

Lo primero que debe tener en cuenta a la hora de decidir a quién va a ver como terapeuta es SU nivel de comodidad. Si no te sientes cómodo con ellos, o crees que te están juzgando de alguna manera, entonces no te abrirás de la misma manera y no podrás dar al terapeuta la información que necesita para ayudarte a guiarte en este viaje. Si te sientes bien con el primer terapeuta que ves, es maravilloso. Si no es así, no tengas miedo de comparar precios hasta que te sientas cómodo con una persona.

#3 Conocimiento vs. Experiencia

Todos los terapeutas licenciados han asistido a la escuela de posgrado y tienen formación sobre cómo tratar diferentes problemas. Tener un poco de formación y poner esa formación en práctica con otros clientes son dos cosas diferentes. Está bien hacer preguntas a tu posible terapeuta para asegurarte de que no eres el primer cliente al que han ayudado a tratar tu problema.

#4 Interactivo vs. Pasivo

Cuando programe una nueva cita terapéutica, no sea tímido. Pide 5 minutos de tiempo al terapeuta para preguntarle sobre su estilo. Hay algunos terapeutas que pueden asentir con la cabeza y decir mucho «ajá», hay otros terapeutas que se comprometen mucho con sus clientes, y hay terapeutas que se sitúan entre los dos. A menudo se puede saber el grado de compromiso de un terapeuta cuando se habla con él por teléfono, pero no tenga miedo de preguntarle. También hay que tener en cuenta que «comprometerse» no significa que el terapeuta haga la sesión sobre sí mismo.

#5 Medicamentos

Es importante ser consciente de cuál es tu punto de vista sobre la medicación y asegurarte de que tienes un terapeuta que comparte ese punto de vista. Es muy incómodo para un cliente cuando no quiere tomar la medicación y su terapeuta saca el tema de la medicación cada vez que se reúne con usted. Pregunte con antelación cuál es su opinión sobre la medicación.